D.A.N.C.E!: di ahora un nuevo comienza empieza

D.A.N.C.E!: di ahora un nuevo comienza empieza
Serie pictórica y audiovisual
 
Pertenezco a una generación que nació con la pantalla encendida, que relaciona, muy a mi pesar, etapas de la vida por temporadas de series, que vio los momentos más importantes antes de vivirlos, que tenía la necesidad de ver la televisión para sentirse incluida en una sociedad, que no sólo la ve, sino que además se convierte en tema principal de muchas conversaciones. Con la finalidad de ser parte de la masa, de ser idénticos y embutirnos en la estabilidad social, colmados de “telebasura”. Seres vacíos que necesitan llenarse; globalizarse, aglomerarse, audiovisualizarse de porquería. Y no solo me refiero a programas de televisión o al cine, la publicidad también se ha convertido en modelo de visión y comprensión de la realidad. Hablemos de lo que pasan entre los intermedios. Es cierto que esa especie de coctelera, la publicidad televisiva, ha ido modificando nuestro lenguaje audiovisual hasta transformarlo en una complicada argamasa de iconos, sintonías y mensajes nada inocentes. Intentar practicar un corte o buscar una pausa resulta ser una misión imposible que lamentablemente no funcionará ni siquiera al desconectarnos de la red eléctrica. Porque efectivamente, la televisión se puede apagar pero el imaginario creado por ella no, de modo que el audiovisual tiende a convertirse en el lenguaje de nuestro imaginario. O nuestro imaginario no sabe ser sin la asistencia técnica del audiovisual. Nuestros modelos actuales son resultantes de la construcción ideológica/ memética del cuerpo. Nos comunicamos, trasmitimos información o cultura a través de la imitación. Imitamos lo que vemos. Y vemos la televisión.

“If I can’t dance, I don’t want to be part of your revolution” Emma Goldman

“D.a.n.c.e.!: di ahora un nuevo comienza empieza” aborda una investigación que intenta encontrar y unificar dos conceptos, el baile y la revolución. Comienzo este proyecto con las referencias cinematográficas de momentos de mágicos de baile en las películas, en la vida y en el imaginario colectivo. Me interesa hacer de éstos un ritual, una apropiación de una fuerza superior que hace moverse a las personas. Son acciones sin sentido aparente y actúan de fuerza motivadora, de punto de inflexión y de toma de atención. Siempre me he sentido atraída por los protagonistas prisioneros de esas fuerzas que los mueven. Estas fuerzas han recalado en mí y en el imaginario colectivo de millones de personas y recrean recursos de formas de evasión ficticias. El componente irreal de esta evasión es la invisibilidad, es el convertirse en otra persona, el esconderse detrás de una melodía, el poder fundirse con el ambiente como un camaleón. El siguiente paso es llenar el vacío con esa evasión. Quiero plantear obras en las que el vacío de una escenografía pintada en una pintura se llene con estos momentos mágicos y extraños. Provocar una reacción con el baile en cada una de las obras que plantee. Quiero ocasionar una lucha en cada acción. Quiero el baile como lucha, el baile como protesta. Que el momento mágico se magnifique y mueva las obras. Que en lo estático haya baile y que en lo constreñido haya movimiento.



DANCE! The breakfast club, Acrílico, óleo y esmalte sobre lienzo, 140  x 146 cm.

DANCE! Twin Peaks, Acrílico, óleo y esmalte sobre lienzo, 146  x 146 cm.

DANCE! Vivir su vida, Acrílico, óleo y esmalte sobre lienzo, 97  x 146 cm.

DANCE! Simple Men, Acrílico, óleo y esmalte sobre lienzo, 81  x 116 cm.

DANCE! Un año de amor, Acrílico, óleo y esmalte sobre lienzo, 162  x 130 cm.

DANCE! Perdido en mi habitación, Acrílico, óleo y esmalte sobre lienzo, 94  x 123 cm.


Buffalo '66, Acrílico sobre lienzo, 50  x 61 cm. y video proyección monocanal de 1' 30'' de duración.

Pulp fiction, Acrílico sobre lienzo, 46  x 65 cm. y video proyección monocanal de 29" de duración.

Le mari de la coiffeuse, Acrílico sobre lienzo, 47  x 61 cm. y video proyección monocanal de 37" de duración.